domingo, 29 de noviembre de 2009

El fruto maduro de la vida

Solo aquello que vive, muere, o cambia de estado, eternamente. Propiedad inherente a la vida, y a la muerte. La semilla muere para dar vida al nuevo fruto, la semilla muere o cambia de estado y permanece con nosotros, bajo otra forma.
El fruto maduro de la vida, dice nuestro amigo Jorge Aravena Llanca. Por ahí corre el exquisito quehacer de José Arraño Acevedo, también en el sentido pesar de Juan Marcelo Mella Polanco, en el mío propio y seguro, de otros muchos.
Su pasión hila a cada uno, inextinguible, como la misma vida y la muerte. Rotundo y paradójico. Solo por que respira y anda está vivo?. Ví la cara de esa otra vida, más de un par de veces y ya estaba y él también, con el hombre de Cáhuil, una de las cabezas de los colosos sumergidos en Punta de Lobos, en cada ricón, está.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Pésame por José Arraño Acevedo

Profundo pesar por mi inestimable amigo, el escritor Pichilemino, José Arraño Acevedo, profundo como el amor al terruño con el que cantó a todos los vientos y la pasión gigantesca de su prolífica pluma. Los seres se van con todo lo que dan y dejan lo que tienen.
Me quedo con el inmenso desinterés y cariño con que compartía sus conocimientos con sus pares. Continuar divulgando todo lo relacionado con el objeto de su pasión es una pequeña contribución para mantener vivo el espíritu que siempre le animó.
José Arraño Acevedo se encuentra en cada rincón de la comarca y en muchos corazones que tuvimos el privilegio de interactuar con él.
Hasta siempre.