domingo, 25 de febrero de 2007

VINO COLCHAGUINO

EL VINO COLCHAGUINO
Es extensamente conocido el enorme éxito que año a año los vinos provenientes de los viñedos colchaguinos tienen en los certámenes más prestigiados del planeta y por ende entre consumidores cada vez más exigentes. La degustación y el beber bien es todo un arte que se aprende con la práctica, bebiendo buenos vinos y conociendo información fidedigna acerca de los procesos necesarios para su producción.
Del mismo modo que para conducir un automóvil, no se requiere ser un experto en motores de combustión, sin embargo unas lecciones de conducción y algunas nociones de mecánica son esenciales a la hora de conducir con seguridad y agrado, esa práctica, en definitiva, es la mejor maestra.
Asimismo, para disfrutar un buen vino no es imprescindible un conocimiento acabado sobre vitivinicultura, pero la comprensión de los principios básicos y algo de su historia, son fundamentales para apreciar el vino como algo más que una bebida corriente.
El cultivo de la vid y su vinificación en Colchagua, no se inició con el reciente fenómeno que vive hoy, vamos a hablar de eso, de los viñedos de rulo o del secano costero, de los viñedos de Cáhuil, pero antes, daremos un vistazo a lo que fue la vid y el vino en culturas remotas.

LA VID Y EL VINO, UNA MIRADA AL PASADO.

Los restos fósiles más antiguos de Vid han sido encontrados en diversos puntos geográficos de la península Itálica. Pertenecen a la era cuaternaria, hace unos tres millones de años. Hoy día existen alrededor de cien variedades y subespecies de Vitis Vinífera, las cuales tienen como antecedente más remoto en vitis neolíticas del area Transcaucásica (Georgia, Armenia y Azerbaiján), de unos 10.000 años, antes del presente, según restos datados con radiocarbono 14.
En Irán, excavaciones arqueológicas descubrieron seis ánforas que contenían residuos de vino tinto. Este sitio fue fechado en 7500 años antes del presente y se llama HAJJI FIRUZ TEPE.
Además, han sido encontradas ánforas con residuos de vino en la tumba de Tutankamón, las que fueron estudiadas por científicos españoles.
El comienzo de la vitivinicultura en francia es un tema controvertido, hay quienes afirman que el hombre de Cromagnon pintó en las Cavernas de Lascaux, escenas relativas al vino y la vid. La ocupación de Lascaux, fechada con radiocarbono 14 datan entre 15.000 a 9.000 años A.P.
Junto con los restos arqueológicos, contamos con numerosas referencias en el arte;(ya mencionamos pinturas murales), existen grabados, inscripciones, menciones en la literatura religiosa y profana, tradiciones orales..etc.
En Egipto se cree que Osiris enseñó a los ciudadanos de Nyra y de ahí se propagó a Menfis y Tebas. Más tarde, papiros de unos 4.000 años A.P.. prescriben el vino como medicamento eficaz para el asma y la melancolía.
En la Ilíada se relata cómo los médicos Maqueón y Podalirio, hijos de Esculapio, lavaban con vino las heridas de los guerreros caídos durante el sitio de Troya. Hipócrates lo usaba para curar fiebres y Cicerón lo aconsejaba para alegrar pacientes deprimidos. Virgilio en los versos de su libro Georgias, cita la existencia de viñedos en Methyme, Lesbos y Pysthie. Los griegos tenían un dios del vino, Baco.
En la India se practicaba la viticultura antes que en Fenicia, en una época indeterminada, y se cree que los Fenicios introdujeron este cultivo en España.
Relatos Chinos cuentan que hace unos 4.000 años, un Señor Yu, introdujo el uso del vino y por esta razón fue desterrado por el Emperador. Más tarde las cosas cambiaron respecto del vino y…, “dos coperos escancian el vino tomándolo de una enorme fuente de oro y el Señor alza su copa, todos los barones y damas se arrodillan ante él. Cuando el Gran Kan bebe, los instrumentos se ponen a tocar, teniendo en cuenta que los hay en abundancia.”
En Persia se le atribuye a Samschid el invento del vino. La versión más conocida, es talvés, la de la biblia y que atribuye a Noé y su familia el descubrimiento o invención del vino cuando finalizó el diluvio.
Para los Sicilianos la fabricación del vino se inició unos 4.000 años A.P. y de ahí pasó más tarde a la península, a Etruria y Roma. El vino romano también tiene dios o dioses,
serían Liber y Dionisios.
Con todo, el conocimiento actual indica que el cultivo de la vid y la vinificación se produjo primero en tierras del Oriente y desde ahí se difundió a Occidente a través del Mediterráneo, aproximadamente unos 4.000 A.P. El gran apogeo de su difusión ocurre de la mano de la expansión del imperio romano, unos 300 años A.C., con Alejandro Magno.
La primera región del llamado continente Americano, descubierta por navegantes nórdicos fue Groenlandia, geológicamente, parte de Norteamérica. El Islandés, Eric el Rojo exploró y colonizó la isla por primera vez y quien divisó una porción del continente, fue Bjarni Herjólfsson, un comerciante Islandés desviado de su ruta por inclemencias del tiempo durante la navegación entre Islandia y Groenlandia, alrededor del año 986 de nuestra era. Luego, el Afortunado, Leif Erickson realizó un viaje a la tierra del continente, donde halló trigo silvestre; como también vides. Estas tierras las denominó el Vinland. Esto es la Tierra del Vino. En algún lugar de la Costa del Labrador y Nueva Escocia, o una faja litoral sita quizás aún más al sur; Boston, Massachussets, Nueva Bedford, Nantucket o Marthas Vineyards.
La información de las Sagas Islandesas han sido verificadas por el descubrimiento arqueológico de una ocupación del tipo Nórdico en L`Anse-aux-Meadous, en el Golfo
De Terranova, en 1963. Las ruinas datan aproximadamente del año 1.000 D.C. y se les llamó Las Cabañas de Leif.
Los escandinavos, “Sentían debilidad por el vino, les gustaba tanto el enervante licor como al oso la miel, y eran capaces de recorrer enormes distancias con el único fin de apoderarse de vino en abundancia”. Mientras tanto en las primeras décadas del segundo milenio, Europa padeció una serie de graves miserias, desgracias y anarquía. Para poner fin a este estado de cosas se acordó un pacto al que se le llamó “la tregua de dios”, el que en algunos de sus numerosos artículos dictaba, “No cortaré ni arrancaré ni vendimiaré las vides de otro bajo pretexto de guerra, a no ser que estén en mi tierra”.No quitaré el vino a quienes lo lleven en su carro, ni a los bueyes que tiran”.
Los Vikingos, vinificaron en América, 500 años antes que los españoles llegaran junto con Cristóbal Colón, el que por cierto había realizado un viaje a Islandia en 1477 y conocido probablemente las tradiciones nórdicas.
“Ya Colón, el gran Almirante, en su segundo viaje comunica a la Corona: “…y de unos pocos sarmientos que se pusieron, es cierto que no hará mengua el Andalucía ni el Sicilia aquí”. Estas son las primeras noticias de las cepas Europeas transplantadas al nuevo continente.
Con la importancia del vino en la liturgia cristiana, fue necesario el cultivo y vinificación de la vid, tarea que asumieron generalmente los monasterios. En tanto, el califa Abderrahmán, los últimos años de su reinado los pasó en su retiro encantado de Medina Al-Zahara. “Pasaba las horas en las sombras apacibles de los bosquecillos, que ofrecían mezclados racimos de uvas, naranjas y dátiles”.
Un poema en los muros de La Cava (Mu Allaqat) dice del modelo de héroe del desierto, “Yo he bebido mucho vino, tras caer el calor, pagándolo con reluciente acuñado, en ocre vaso, estriado, emparejado con brillante botella, a la izquierda, tapada…. Más, cuando bebo, solo consumo mi dinero, e integro queda mi honor, sin mella; y al pasar la embriaguez, mi liberalidad no disminuye:”
Entre los siglos XII y XVI, la producción de vino se generalizó en Europa, siendo Francia uno de los principales exportadores, sin embargo varios de los que hoy son los mejores viñedos de Burdeos, empezaron a ser desarrollados por sus aristocráticos propietarios a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII..
La vitivinicultura se practica en Chile desde la segunda mitad del siglo XVI, reflexionar acerca de los rasgos principales del inicio de este fenómeno exige indudablemente conocer la dinámica de los sucesos históricos generales. De modo que ilustren los escasos datos específicos sobre la vid y el vino que contienen los documentos del inicio de la conquista hispana en el territorio del actual Chile.

LOS VIEJOS DE CAHUIL

Estimado Hector:
Mis afectuosos saludos y el deseo de que tú y familia estén bien.
Hector, he tomado contacto con arqueólogos de Monumentos Nacionales por el tema del hallazgo de Cáhuil y conocí el informe. Creo que es de la mayor importancia y que esto debiera tener una
divulgación adecuada através de una exposición fotográfica de la piezas recolectadas y en lo posible la creación de un museo en Cáhuil que albergue una muestra significativa y hacer un foco de interés para visitar la zona. Este sitio, por su antiguedad pasa a ser un recurso relevante que tu podrías implementar, quizás estés trabajando en eso, me gustaría que así fuese.
Atentamente, tú amigo, Antonio Saldías G.

CHARLES DARWIN

CHARLES DARWIN Y EL DERROTERO DE GAY.

Charles Darwin, joven naturalista inglés se embarcó en el bergantín Beagle bajo el mando del capitán Robert Fitz Roy, la nave zarpó desde el puerto de Davenport en Playmouth en los días finales del año 1831 para llevar a cabo una expedición que duraría aproximadamente cinco años.
Uno de los impactos más notables de aquel viaje, fueron las conclusiones de Darwin sobre el tema de la evolución del hombre, todo un vuelco en el conocimiento, solo desmentido por el fanatismo religioso.
Rigurosamente, Darwin escribe su Diario de un naturalista alrededor del mundo y de la publicación de éste, resulta más que obvio, que realiza el mismo recorrido que Gay unos años antes, y no por casualidad sino por que así se programó para acceder a los mismos fenómenos y lugares de interés y esta certeza me permite presumir, que de no mediar una repentina enfermedad que acusó en las inmediaciones de Mallermo, Charles Darwin habría concluido esa expedición específica, en Cáhuil, del mismo modo que don Claudio Gay.
Según el acompañante de Darwin, John Meehan, quien nos da una visión más sensitiva y humana de su ilustre coterráneo, éste no hizo caso de una advertencia del vaqueano Mariano González para que se abstuviera de probar unas empanadas junto con un generoso vino y chicha ofrecido por un matrimonio de campesinos, quienes prepararon para festejar las fiestas patrias, dicha comida típica, todo hecho en casa.
-Tengo un estómago firme, señor, y estoy acostumbrado a esta comida y bebida –explicó entre dos bocados-. Nunca me hacen daño. Pero usted, señor, debiera tener más cuidado. Usted es europeo.
-¿De qué están hechas estas empanadas?
-Es una masa señor, llena de carne y cebollas, algunas aceitunas y a veces un huevo. Es la comida favorita de nuestro pueblo.
Darwin mordió la empanada con mucho entusiasmo y el guía hizo lo mismo. Terminó su empanada, bebió vino de fabricación casera y aceptó una copa de chicha, bebida hecha de uvas, más parecida a la sidra que al vino, no obstante su consistencia algo espesa.
Al día siguiente, cuando se retorcía de dolor, Darwin recordó las advertencias de su guía. Pero entonces era demasiado tarde. Sintió como si un fierro al rojo estuviera explorando en la maraña de sus intestinos. Se revolvía, quejándose, como si las púas de la saeta se retorcieran y movieran con saña.
Martens, otro de los acompañantes, reflexionaba, no encontraremos un doctor por estos lugares, la única cosa que se puede hacer es tratar de regresar a Valparaíso tan pronto como sea posible, pero si pudiéramos llevarlo a la casa de Corfield sería mejor.
El día 20 Darwin, se encuentra en “La Cueva del Obispo”, -uno de los nombres que se da a la caverna situada en la hacienda San Antonio de La Cueva- y no obstante su enfermedad estudia y recolecta numerosos fósiles de fauna marina extinta, en este miembro de la llamada “Formación de Navidad”. Continua su viaje, presuntamente, Topocalma, según el académico chileno José Frutos, quien sobre la base de datos morfológicos, paleontológicos y litológicos proporcionados por el mismo Darwin, uno de los sitios visitados por éste sería la Rada de Topocalma, al sur de Navidad.
La Formación de Navidad corresponde a la Era Terciaria, y en esta formación son evidentes la estratificación de dos períodos geológicos; Plioceno (13 millones de años) y Mioceno (25 millones de años).
Darwin dice, “la arenisca contiene fragmentos de madera al estado de lignita o parcialmente silicatada, dientes de tiburón y conchas en gran abundancia. Ya en la parte superior o inferior de los barrancos marinos son muy numerosos en ejemplares los géneros pectúnculos y oliva y las siguen las turritelas y fusas. Recogí en un pequeño espacio las siguientes treinta y una especies, todas las cuales son extinguidas y varias cuyos géneros no llegan actualmente tan al sur”. Las mencionadas especies fueron clasificadas en Inglaterra por el especialista, Sowerby.
Detecta también el fenómeno del “solevantamiento de las costas”, producido por grandes e intermitentes movimientos telúricos durante eras geológicas pasadas y al que han contribuido también, recientes terremotos, temblores y maremotos, determinando el actual relieve costero, la formación de acantilados, lagos y lagunas.
Incesante Charles Darwin, no pudo resistir este otro bocado, materia de su estudio. Mil fuegos lo doblegan, su estado de salud es insostenible, desde Navidad marchan en demanda de Valparaíso para su urgente atención, llegando a esa el día 27 sobre en un carruaje dispuesto por un hacendado para el enfermo ya exhausto.
Dice Meehan, poco feliz la manera de terminar tan interesante e instructiva excursión, y yo agrego con insistencia, si no mediara aquella caldúa y el vinito “patero”, hubiera seguido Darwin con el “curso lógico”, su excursión, tomando en la Boca del Rapel, dirección al sur, tal como hizo Claudio Gay unos años antes, y llegar hasta la Boca del Nilahue, en Cáhuil y yo estaría gritando hoy esta ilustre visita como si fuera un gol. Talvés.

martes, 20 de febrero de 2007

ROJAS Y LLANCA Y OTRO LLANCA, DESDE BERLIN

ROJAS Y LLANCA Y OTRO LLANCA, DESDE BERLIN


El multifacético artista Jorge Aravena Llanca, destacado Hijo Ilustre de Pichilemu, se ha enseñoreado por el mundo mostrando diversas disciplinas del quehacer cultural chileno; nuestros poetas, los próceres ,sus canciones…etc, están presentes en Argentina, Venezuela, Alemania o España , sin olvidar jamás su raigambre costina , con él va la patria chica dejando su impronta, profunda y exótica.
Desde su actual residencia europea, acoge la invitación a reflexionar con altura sobre algunos tópicos del terruño, que es lo que yo más quería, mis viejos amigos y los del futuro, como en otros tiempos (conversando un vino) ahora en esta red, ya que nos permite, bienvenida sea.


Querido Antonio.
Sigo leyendo tu página. Es emocionante como los recuerdos, ante tus palabras, se visualizan, con los ojos un poco nublados, pero donde se ve el horizonte marino azul y tranquilo a la lejanía.
Sobre Manuel Rojas y su encuentro con Manuel Llanca. Conocí a Manuel Rojas, viajamos juntos el año 1971 a Buenos Aires donde yo con mi exposición fotográfica ROSTRO POETICO DE CHILE, y un recital de poesía chilena cantada, y él con una conferencia sobre LITERATURA CHILENA, nos presentamos en el Salón Versalles de la I. Municipalidad de Buenos Aires. Antes en l969 le tomé fotos, que aun conservo, en la casa de Neruda compartiendo unas jornadas literarias.
En el libro HISTORIAS DE LAS CANCIONES A PICHILEMU, tengo un largo artículo sobre la palabra, apellido y nombre LLANCA, un estudio lingüístico que creo tú leístes cuando tuviste la gentileza de corregir mi ortografía. Washington tiene ese libro y está también en la biblioteca de Pichilemu.
Sobre el apellido LLANCA, Manuel Rojas estuvo cerca de lograr su procedencia, se equivocó dándole un destino en el país Vasco, cuando en realidad proviene de Cataluña. En el artículo sentó un precedente indagatorio sobre el origen del mismo sacándolo de la creencia de que es de la lengua indígena quechua o mapuche.
¿Te interesa que te lo mande por este mismo medio para tu página? No sé si lograrán entenderlo pero puede crear polémica, pues todos opinan que es de origen mapuche o quechua, cuando mis investigaciones, y la apreciación de Manuel Rojas, lo dan como una palabra no indígena; la mía la da de origen hebreo, una de las más antiguas e importantes palabras dentro de la religión judía, talvés la palabra, dentro del vocabulario toponomástico de Chile, más antigua y más llena de historia.Si lo apruebas de inmediato te lo envío. Además sobre la palabara Cahuil, también tengo mi teoría que no concuerda en nada con la habitual que manejan en esos parajes como que es el canto de un ave marina. Pero ese análisis será para otra oportunidad. Creo que de esta forma colaboro con tu página para enriquecer tus inquietudes, además de hacer algo contigo que siempre es grato tenerte presente en el recuerdo por tus inquietas cualidades humanas.Un cálido abrazo de Jorge Aravena Llanca.Der
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domingo, 11 de febrero de 2007

Agradecimiento a comunicadores VI región

Sin lugar a dudas que las comunicaciones hoy día, funcionan con una rapidez que asombra, y más que a nadie, a quienes aprendimos a escribir con plumas.
Hace una veintena de días que emprendimos con el blog, http:// cáhuilsalinero. com/, y ya tenemos una respuesta de algunos navegadores de la red, amigos comunicadores de la sexta región, quienes con exquisita amabilidad han dado espacio en sus medios para difundir algunas notas de este blog, otros, han saludado através del correo, la aparición de éste.
Mi infinita gratitud, especialmente a:
www.elcachapoal.cl
www.diarioeltiempo.cl
www.pichilemunews.cl
Radio Entre Olas F.M.

El ojo de Klaus Leisersohn

Klaus,es alemán, llegó a Chile o lo trajeron con seis años de edad, es nacionalizado chileno y ha adoptado Pichilemu como su lugar de vacaciones, hace algunas décadas construyó su casa en Infiernillo. Yo lo conocí en su casa de Ñuñoa junto a su cálida familia y hemos conversado de esa tierra de afectos comunes, porque Klaus es apasionado de los salares, los ha visto en muchas partes del mundo, por su trabajo e inquietud personal, viaja mucho y recopila información y los ha fotografiado. Obvio, cuando conoció los de Cáhuil, un lazo mágico lo tomó de un ojo y su obturador cuela el detalle, el ángulo atípico, en fin el alma de la salina, la captura en imágenes de belleza incomparable, no obstante son las mismas salinas recreadas con el encanto de un artista consumado.
La gran calidad de sus obras es reconocida por importantes galeristas que han expuesto en sus salas una oncena de fotografías de nuestra comuna, entre otros trabajos que ya recorrieron Chile y, varios paises de Asia y Europa, con el patrocinio del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Proximamente, a modo de muestra, subiré un par de fotos de este extraordinario artista y amigo, si bién no nos vemos desde entonces, su cordialidad y cariño, la siento presente y con más fuerza, cuando me encuentro en Cáhuil.

viernes, 9 de febrero de 2007

Sra. Angela Jeria Vda. de Bachelet junto a Antonio Saldias

Esta fotografía fue tomada durante la visita de la señora Angela al ristorante Prego.

POBLADORES ARCAICOS EN CAHUIL


Durante muchos años el sitio arqueológico, con la ocupación humana más remota de territorio chileno, era Tagua Tagua, sexta región. Fechados radiocarbónicos de los restos, datan una antigüedad de alrededor de 11300 años.

Hace unas décadas, el estudio del sitio de Monte Verde, décima región, concluyó que dicha ocupación fue más temprana, alrededor de unos 12500 años.

Bueno, estos sitios, junto a Isla de Pascua, San Pedro de Atacama y el pueblo mapuche, han sido lo más atrayentes para los profesionales y organismos relacionados con su estudio. La zona central y su costa principalmente, no provocaba gran interés, a pesar de existir señales diversas que indicaban la presencia de pobladores con ciertas destrezas y peculiaridades dignas de atención; esculturas de piedra, restos funerarios, conchales, talleres líticos, piedras tacitas...etc.

Se arguía, generalmente, limitaciones de financiamiento, pues bien, la feliz conjunción de multiples factores, esta vez, operando favorablemente, permitió desarrollar un vasto estudio a cargo de un selecto grupo de profesionales del Consejo de Monumentos Nacionales, ante el hallazgo realizado en Cáhuil, durante la ejecución de obras complementarias al puente sobre la laguna del lugar. El sitio, fue denominado Conchal Potrero de La Boca.

El extenso informe de cinco volúmenes contiene algunas dataciones preliminares, en el curso del presente año estarán completas, restan algunas que se encuentran en análisis de laboratorio. De todos modos con los datos existentes hoy día es posible afirmar que el sitio fue ocupado secuencialmente en al menos tres periodos, siendo la más antigua de unos 11200 años antes del presente y “corresponde a Cazadores Recolectores Arcaicos, los cuales inician la formación del sitio como resultado de una estrategia de uso y explotación del espacio y de los recursos que ofrecía el medioambiente en el área de Laguna de Cáhuil”, en opinión del arqueólogo Nelson Gaete a cargo de elaborar el citado informe.

miércoles, 7 de febrero de 2007

PECULIARIDADES DE GRACIELA ILLANES A.


A poca distancia de Pichilemu está Cahuil. Respecto a esta denominación geográfica, hay una discrepancia en su pronunciación. En los diccionarios aparece incentuado y los habitantes de la región sólo le llaman Cáhuil. Quizás qué llegará a predominar, si el uso o la técnica. Es una aldea y una albufera. Esta se ha formado debido a una laguna sujeta a la acción del flujo y reflujo del mar. Una anchura prolongada, sinuosa y honda, de medio kilómetro de ancho, que forma el extremo inferior del río Nilahue, es lo que constituye la laguna. En la desembocadura hay una pequeña caleta.

Esta represa de Cahuil es muy rica. No sólo da la sal en abundancia, Sus márgenes abundan en plantas de sosa, que son útiles para fabricar jabón y vidrios y en sus inmediaciones hay caolín o arcilla, de gran empleo en la porcelana. El conjunto es bastante hermoso: en el centro, la laguna; a ambas márgenes, los cuarteles cuadriculados de medida determinada, en los cuales se elabora silenciosamente la sal, y todo entre cerros que resguardan este tesoro de belleza y valor lejano, el mar, con carácter legendario, meciendo algunas lanchas destinadas a la pesca o a hacer paseos.

Los cuarteles no están inmediatamente junto a la laguna; primero está el corral; allí todavía ejerce su influjo la marea y en las altas mareas se llena de agua salobre. De aquí pasa a los cuarteles, que reciben los nombres de cocedor y sancochador. Hay todavía un tercer lugar sin nombre, en donde el agua dejar encima una capa blanca de sal, o sea donde cuaja. En este último se produce la etapa más larga, pues el agua está aquí sujeta veinticinco días después de cuajar.

La faena dura en las salinas de octubre a abril. Empieza con la preparación de la tierra; es necesario endurecer ésta con el pisón y luego hacer llegar el agua salobre para obtener la primera cosecha. Una vez preparado el terreno, los salineros caminan sobre “el fuerte” o sobre “los parapetos”, arreglando éstos o mirando el agua aprisionada. Ahí está para los salineros el éxito próximo o lejano de su empresa y su ganancia.

El “fuerte” es un muro de mediana altura afirmado por estacas. Cuando sube la marea, azota en las estacas; éstas permiten entonces la defensa del muro y que permanezca la separación de la laguna y el corral. Los “parapetos” aíslan un cuartel de otro. Con la maceta, sencilla herramienta de madera, se aprisionan los parapetos. Para afianzar éstos, se aprovecha el barro que suele formarse en los cuarteles.

Los salineros dan al conjunto de cuarteles el nombre de “calle”. Las nuevas dan una sal inferior, más oscura y gruesa. Esta generalmente la obtienen los compradores locales que viajan en mulas. Desde que se forman los primeros montones de sal, se les ve aparecer. La figura de estos comerciantes tiene relieve especial junto a sus mulas y a su almud, esta es la medida que emplean. Cargan sus dóciles mulas y se van por los cerros. Pasan la noche donde pueden. Después que han desocupado su tropilla, regresan. Vienen cargados. Traen papas, porotos, trigo, yerba, azúcar, en cambio de lo que llevaron. En general, productos de los que los salineros carecen. Nuevamente hacen trueque o venta y así de ordinario.

La existencia de estos personajes transcurre en un ir y venir. También sirven de correos. Enlazan los villorrios y la gente tiene noticias orales o escritas de sus parientes y compadres, merced a sus viajes.

La sal fina es producida en los cuarteles que más largo tiempo se han utilizado. Los salineros la llaman “plumilla”, es más pesada y “hay que sacarla en baldes”, dicen. La otra, la gruesa, sólo la llevan en angarillas.

En el tiempo de cosecha, las salinas de Cáhuil tienen su aspecto típico. Se lo dan especialmente los grandes y blancos montones de sal a cada lado de la laguna y en toda su continuidad. Corto tiempo están aquí, pero esta característica no desaparece en todo el tiempo señalado, pues un montón se cambia por otro constantemente. La sal es sacada y se guarda en las grandes bodegas de Pichilemu.

Hasta aquí un fragmento de la extensa crónica de doña Graciela EN VIAJE, interesante y muy observadora, nos contó todo el proceso de producción y de forma amena, conozco otras descripciones, algo densas, más adelante les daré la bibliografía para los más interesados.

A PICHILEMU EN COCHE

Cuando el carricoche que habíamos estado esperando se puso en marcha hacia el lugar de nuestro destino, empezó para nosotros los pequeños la gran aventura. Un niño, un adolescente apenas, nos escoltaba de cerca. “Es el postillón”- nos dijeron nuestros mayores. Comprendimos de inmediato que se trataba de un personaje importante. Y lo era, en efecto. Cuando nos acercábamos al final del descenso de la primera pendiente, sumó el muchachito las fuerzas de su cabalgadura a las del tiro de enjutos caballejos costinos y el destartalado vehículo adquirió una velocidad endemoniada. Las ruedas, más que crujir, parecían crepitar. Pero luego el impulso adquirido quedó anulado por el próximo repecho y el vehículo avanzó lentamente, envuelto en una nube de polvo. Sin embargo, varias veces más habríamos de experimentar aquel vértigo de la velocidad que nos había llenado de júbilo entre una y otra cuesta. Y el sopor consecutivo a una larga jornada de emociones nos impidió ver aquella vez nuestro punto de arribo a la luz incierta del anochecer.

Así llegaba el veraneante, todavía en los primeros lustros de nuestro siglo al balneario colchaguino. El ferrocarril fue poco a poco acortando distancias,….

Hoy no existe, digo yo. Mejor continuamos con nuestro guía.

De la época del coche de posta Pichilemu ha conservado, al parecer, su industria carrocera, pues uno de los rasgos pintorescos y característicos de aquel pueblecito costeño está en la profusión de “cabritas”, los populares vehículos de dos ruedas que esperan al visitante en la estación, y que lo mismo que los botes de la laguna pasan a constituir un atractivo para la juventud, siempre ávida de distracciones novedosas…, aunque éstas provengan del pasado.

Este es un fragmento de R.C.M. EN VIAJE, que así es como se firma este viajero de antaño.

Trabajo asalariado en Caguel

En Caguel… a 22 de noviembre de 1653… pareció un indio llamado Miguel Patillo, natural de arriba y dijo que de su libre voluntad se quería asentar y asentó por carta con Sebastián Verdugo para servirle tiempo de un año que corre desde Agosto de este presente año sin hacer faltas y las que hiciere por enfermedad o por otra cualesquier causa la devengará y pagará en jornales cumplido el dicho año.

Y el dicho Sebastián Verdugo que está presente acepta este asiento a dar y pagar al dicho Miguel por el trabajo del dicho año cincuenta patacones en ropa o reales o lo que quisiere para su uso y vestuario en que van inclusos los diez pesos de su encomendero si le tuviere, pagar salarios de Corregidor y Protector y Doctrina, comprarle Bula y cumplir los capítulos de la Real Tasa, curarle en sus enfermedades y hacerle todo buen tratamiento, a todo lo cual obligó su persona y bienes habidos y por haber y dio poder cumplido a las justicias y jueces de su majestad para que le compelan y apremien y en su testimonio lo firmó a quien doy fe que conozco y dicho corregidor obligó al dicho indio a guardar y cumplir este asiento sin perjuicio de tercero a que interpuso su autoridad y judicial decreto, siendo testigo el capitán Lorenzo Maturana Negrón, Agustín de Cáceres y Luis Alberto presentes.

Sebastián Verdugo.

Este interesante documento se encuentra en el trabajo de investigación de Barbara Chiu y Juan Guillermo Muñoz, el que han tenido la gentileza de cederme y compartir, principalmente por el rico contenido extraído de fuentes primarias, y dado mi interés en divulgar estos conocimientos.

Deseo llamar la atención sobre dos aspectos de este contrato; uno, constituye una prueba de la existencia de trabajo asalariado en una época dominada por la encomienda y en menor medida por el trabajo esclavo y dos, el empleo del vocablo Caguel del mismo modo que en el testamento de Lorenzo Núñez. Actores distintos ante funcionarios de rango y sitios diferentes hacen uso de la misma grafía del topónimo.

Tengo la impresión de que éste término era de uso corriente no sólo a comienzos del siglo XVII y que se hace necesario estudiar su etimología y ver si encontramos una traducción coherente.

Para iniciar la búsqueda vamos a asentar el significado atribuido al vocablo usado en la actualidad sin ningún contrapeso, éste es Cáhuil y sin ahondar en el tema del acento, el arqueólogo Julio Montané M., refiere en un informe titulado, “Elementos Precerámicos de Cáhuil” que, “El topónimo es etimológicamente de origen araucano. En este idioma se nombra con el término Cáhuil o Caguil a una especie de gaviota (larus maculipensis), también este término puede ser derivado de “cahuín” que en araucano, tiene el significado de reunión, fiesta, borrachera, es decir, un lugar en que se celebrarían fiestas o reuniones.”

Toponimia

LA TOPONIMIA

La toponimia es la nomenclatura de los nombres de lugares geográficos. El estudio de los topónimos junto con la arqueología, representan muchas veces la única manera posible de reconstruir la presencia o el contacto de un grupo de hombres con un lugar determinado. Establecer el vocablo correctamente, las modificaciones sufridas por la costumbre o la transformación de éstos por parlantes de otras lenguas, la transcripción de voces que carecen de escritura, el nivel cultural mismo de los diversos agentes, entre otras cosas, es de lo más importante, puesto que lo más fácil es repetir una información sin cuestionarla y quedar eternamente pegados en mitos y el irrazonable mundo de la mentira pequeña, el chascarro ramplón, la propaganda de ferias.

Conozco varias interpretaciones para el vocablo Chile, por ejemplo, que es el nombre de nuestro país. A propósito, país deriva de pagensis y este de pagos, pago, aldea.

Chile posee una traducción Quechua, significa tuétano, y en el Perú existe el río y valle de Chile. Durante el mando del Inca Tupac Yupanqui, sus huestes invadieron el territorio hasta Coquimbo y más tarde el Inca Huaina Capac estableció su dominio e instalaciones hasta el río Maule, más de medio siglo antes de la invasión hispánica.

En el siglo quince, uno de los caudillos importantes del valle de Aconcagua se habría llamado Chile, Chili o Tili y los incas habrían extendido el uso del vocablo al territorio y los habitantes de un conjunto más grande. Otra dice que los colonos que los incas establecieron en algún punto de nuestro territorio habrían provenido del lugar del río y valle de Chile y de ahí que a esos mitimaes y el lugar donde los establecieron le llamaron “Los de Chile”.

Está la versión del pajarito que canta chili, chili y hay más, Ahora, lo que quiero plantear es una inquietud sobre dos topónimos locales, Pichilemu y Cáhuil, de algún modo ya está instalado el tema con el vocablo Caguel que aparece en un documento colonial. Por que esto tiene que ver con nuestro patrimonio histórico cultural y todos sabemos que éste es un componente esencial de los recursos turísticos de un lugar.

Hoy día existen en nuestro país numerosos ejemplos de explotación turística donde esos recursos han generado diversas instalaciones, atrayendo a miles de visitantes, dando vida a una actividad que emplea a cientos de personas y produce cuantiosos ingresos,

dónde hasta hace poco, la oferta era pequeña o inexistente. Tal es el caso de los pueblos que se encuentran en el Valle de Elqui, donde se ha destacado todo lo concerniente a la premio nobel Gabriela Mistral, en tanto otros recursos como el paisaje y el misticismo han pasado a un segundo plano.

Debemos conocer con exactitud el patrimonio y también sus mitos, usos y costumbres, y diferenciarlos.

Ya conocimos la aplicación del vocablo Caguel en un documento notarial, el testamento

de don Lorenzo Núñez de Silva, ante el escribano Vélez, el año 1658. Ahora bien, conocemos otro documento público que utiliza el vocablo “Caguel”, se trata nada menos que de un contrato de trabajo, una curiosidad para la época, lo que lo hace todavía más interesante, y si esto es fuera poco, el contratado es un “indio”.

Este contrato se encuentra en el Archivo Nacional, en el fondo Notarial de San Fernando, volumen 114 en fojas 623, vuelta.

Con dirección y todo, además está transcrito en el trabajo de investigación de los historiadores Bárbara Chiu Stange y Juan Gmo. Muñoz Correa, titulado, “Una comarca rural costina: La doctrina de Cáhuil en el siglo XVIII.”

División Administrativa

CAHUIL Y LA DIVISION ADMINISTRATIVA

Al finalizar la era colonial, en 1787 se reformuló la división política del territorio, la jurisdicción del Corregimiento de Colchagua, vigente desde 1593, la que en adelante se llamará el Partido de Colchagua con 26 Diputaciones. La Diputación de Cáhuil censa por entonces 84 caballeros, 8 esclavos, 1359 españoles, 196 mestizos o mulatos y 35 indios, total 1678 habitantes.

Cahuil y las salinas

CAHUIL Y LAS SALINAS.

Desde Pichilemu es fácil llegar hasta Cáhuil, pequeño villorrio famoso por sus numerosas salinas que se extienden en blancos “cuarteles” circundados de colinas. La sal, extraída en grandes cantidades, es almacenada en Pichilemu y luego transportada a diferentes puntos del país, constituyendo una valiosa fuente de entradas para la comuna.

Frente a Cáhuil está la hermosa laguna de su nombre, punto de atracción de numerosos viajeros y visitantes, donde pueden disfrutar de la pesca y de excursiones en bote sobre las verdes y tranquilas aguas de la inmensa laguna que se extiende hasta la vecina provincia de Curicó. Hace falta, en ese sitio, un pequeño hotel de turismo para facilitar la permanencia de personas que gusten de la tranquilidad agreste, ajena a convencionalismos o a modas imperantes. En Cáhuil se mezclan el mar, la montaña y la laguna en un derroche de belleza que empapa las pupilas.

La aldea de antiguas casas de adobes y de tejas alumbrada por faroles coloniales es un sosegado y acogedor refugio para todo el que desee impregnarse de idílica paz en el convulsionado y vertiginoso mundo en que vivimos. Y las noches de luna adquieren una belleza difícil de olvidar. La laguna, entonces, es una lámina de plata, quieta y apacible, cruzada a ratos por el lento vuelo nocturno de los queltehues de grito lastimero. Y en ese silencio religioso nos sentimos traspasados de un profundo y luminoso panteísmo.

Esta bella impresión es parte de una crónica del chilenísimo Gonzalo Drago que escribiera allá por la década del cincuenta, en las páginas de la desaparecida revista En Viaje. Hay más En Viaje y más Cáhuil.

Proyecto de puerto

PROYECTOS FRUSTRADOS

El 19 de diciembre de 1877 fue autorizado don Antonio H. Cornish, un conocido empresario portuario, para construir un Muelle y barracas de madera en un terreno de La Sirena, lugar que ya se encontraba declarado como Puerto Menor, en noviembre del mismo año, según el Boletín de Leyes y Decretos de La República de Chile.

Cornish, traspasó dos años más tarde los derechos sobre el Muelle de La Sirena a Serdio Hns., empresa portuaria operadora del Muelle de Matanzas.

Calamidades

CALAMIDADES

Durante la segunda mitad del siglo XIX, Chile sufre gravemente por el cólera, las autoridades sanitarias, en 1868 entregan una serie de recomendaciones y medidas para prevenir éste flagelo, sin embargo en 1888 en Cáhuil se consignaron siete casos de muerte debido al cólera. Por aquellos años, para evitar el contagio de los ya enfermos con este mal y el resto de la población, en varias localidades se abrieron “lazaretos”,en Pichilemu, se ubicó un lugar próximo al mar y al norte de la marisma o laguna de Petrel

SAL DE AMERICA PRECOLOMBINA

El museo del oro de Colombia en su visita a Chile consigna además de sus valiosas joyas de oro, obra de sus maestros orfebres, otras numerosas informaciones sobre la culturas precolombinas, tan valiosas como sus bellas joyas, por ejemplo;Los SINÚ, ELABORABAN SAL EN EL CURSO INFERIOR DEL RIO CAUCA. 3000 años antes del presente.

Quien descubrió o quien trajo la civilización?, ¿A dónde?,¿Dónde está la barbarie?

MAS CALAMIDADES

El 16 de agosto de 1906, un violento terremoto azotó fuertemente al país, el epicentro se ubicó en Valparaíso donde destruyó gran parte de la ciudad, la acción del movimiento telúrico provocó un maremoto que se extendió por muchos kilómetros del borde costero. En Cáhuil produjo un fenómeno inusual, al vaciar todas las aguas de la marisma en el océano, quedando el fondo seco de ésta en varios kilómetros de su extensión y permaneciendo así durante tres días, luego , con la llena volvió a sus niveles normales pero sin devolver los numerosos bancos de grandes choros que la hicieron conocida desde la antigüedad ni tampoco la tranquilidad de los pobladores ribereños.

La poza del encanto

LEYENDAS

Repasando notas dispersas apunté del Censo de 1865…”Estero de Nilahue que nace en la hoya hidrográfica de los cerros de Caune, recogiendo las vertientes occidentales de esta cordillera, los esteros de Pumanque, Loló i Quiahue i desemboca en el mar en la Caleta de Cáhuil”.

Este estero guarda en algunos de sus recodos varios secretos, como las huellas del felón que condujo por uno de sus afluentes a los soldados españoles que cayeron encima del vivac de Lautaro, donde nuestro héroe mapuche rindió su vida.

Pero existe también una bella historia, la de la Poza del Encanto, ésta se encuentra al sur-este de Pichilemu, a unos 28 kilómetros aproximadamente, en un punto donde confluyen los límites de tres de las comunas de la provincia Cardenal Caro,

Por el nor-este de la ribera en el territorio de Marchigue y el fundo San Miguel de las Palmas, propiedad de la familia Foster, por el sur-este con la comuna de Paredones y el fundo Santa Teresa de Nilahue de don Francisco J. Errazuriz y por el-oeste, la comuna de Pichilemu, en el poblado de Espinillo, propiedad de numerosos pequeños propietarios.

El curso sinuoso y largo camino del estero Nilahue y en plena cordillera de la costa, se arrastra suavemente, durante el verano, formando numerosas posas, algunas de considerable tamaño, como la llamada “Poza del Encanto”.

En las profundidades de la poza del encanto hay un palacio grande y hermoso, con todas las comodidades que una persona pueda requerir, ahí vive una Bella. Ella aflora del agua y trepa el peñón rocoso aislado frente a la pequeña cascada que desagua las vertientes de San Miguel, sobre la piedra, la Bella arregla sus cabellos con su peine de oro, pasa horas, tras horas peinándose y luciendo sus gracias con un aire de melancolía.

Un buen día la encontró un vaquero de la Hacienda, quién al verla, se enamoró inmediatamente y le hizo sus “proposiciones”, La Bella aceptó casarse con él, con una condición, el hombre que la quiere como esposa debía luchar con un toro que la custodiaba, este toro era muy bravo, echaba fuego por la boca y narices y era muy ladino, pero tenía un punto de debilidad, le dijo la Bella, se le podía dar muerte con un combo bien pegado entre sus dos cachos. Muerto el toro ella se casaría con el vaquero.

El vaquero terminó de escucharla y arrancó a perderse, antes de que fuera a aparecer el toro y tuviera que enfrentarlo por pretender a la Bella.

La Bella muy triste por que el vaquero no estuvo dispuesto a pelear con el toro y liberarla, se fue a vivir a la poza de Las Yeguas, un poco más arriba del Nilahue, donde se le suele ver, especialmente, en las noches de luna llena. Mientras espera, ella continua peinando su lindo cabello.

Sal Cahuil

SAL CAHUIL

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El Salado

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Laguna de Doña Leonor,

Laguna de los Choros,

Los Choros.

viernes, 2 de febrero de 2007

Gente de Cáhuil

CHILE PAIS VIVIDO

Esta semblanza, escrita por don Manuel Rojas la tomamos de un portentoso trabajo de don Nicomedes Guzmán, el que tituló "Autoretrato de Chile" y el que publiqué en 1990 en Pichilemu, mis fuentes de información", ahora, con el riesgo de ser majadero, quedará instalado en el blogs.
"Aquí tenemos a Manuel Llanca. Entre seres de ojos negros y cabellos obscuros, él tenía los ojos verdesy dorado el cabello. Llanca...¿es un apellido indígena? También podría ser vasco. Sus maneras y sus sonrisas hacían más luminosaslas salinas de Cáhuil. Nunca dijo que no. Sus manos eran duras, manos de campesino, delgado, de regular estatura, jamás estaba ocioso. Trabajaba, no obstante, por trabajar; su hacienda era pobre y muy escasa su renta. Cuarenta años de trabajo no le habían producido gran cosa: tenía unas tierras de rulo (dos o tres cuadras). parecía no faltarle nada; nunca se quejaba. Su mayor virtud era no conocer el tiempo; el tiempo no existía para él y, no existiendo, no le daba importancia ni le atribuía precio . Es una virtud que irrita a los administradores y a los síndicos:"A las ocho aquí, a las nueve allá, ¿tres horas?, no, eso se hace en una. Cuarenta quintales, cincuenta arrobas. Rinde el 30 x 1".
La madre murió de vieja y ahí quedó "la arenga", la discusión entre los herederos. Ignorante del tiempo y de su valor comercial, lo mismo le daba ganar mil pesos en un día que en un mes. "¿Para dónde va, Manuelito?"-"Voy para el Rapel, señor, a ver si consigo un poco de trigo o de pescado." La recua de mulas cargadas con sacos de sal desaparecía entre el amarillo polvo del camino a Pichilemu.
Pasaban varios días. ¿Cuantos? Nadie los contaba, y menos que nadie, él. Mientras transcurrían, él viajaba a lo largo de la costa, a paso de mula: aquí dejaba dos sacos de sal y recibía su equivalencia en trigo; más allá otros sacos y otros sacos. Por fin, luego de dormir aquí y allá, llegaba a orillas del Rapel. -"¿Hay pescado, niños? -"La mar está muy malaza, El surazo..."-"Esperaré". Pasaba el surazo, pero el vino no se acababa, y a veces se acababa el vino y volvía el surazo. ¿Quién lo aguanta de noche, en un bongo, sin más reparo que unos suéteres rotos y unos chalecos desgarrados?, ¿Que importa? Han Transcurrido millones de años desde que el hombre apareció sobre la tierra y otros tantos más transcurrirán hasta que desaparezca. ¿Por que inquietarse por unos días? Por fin apaciguado el surazo y acabado el vino, los pescadores se hacían a la mar; allá venían: congrios, corvinas, jureles. Cargaba lo que podía y enderezaba el rumbo a Pichilemu, en donde vendía todo y celebraba el término de su jarnada. Llegaba a Cáhuil al amanecer, borracho y sonriente, apacibles sus ojos verdes, cariñosa su sonrisa, duras sus manos, dorado su cabello. ¿Vivirá aún? Tal vez, No dándole importancia al tiempo, el tiempo dura más. Chango o vasco, hijo de la costa, Manuel Llanca, ¿eres chileno?-"Por aquí nací, pues, señor; chileno seré".