domingo, 11 de febrero de 2007

El ojo de Klaus Leisersohn

Klaus,es alemán, llegó a Chile o lo trajeron con seis años de edad, es nacionalizado chileno y ha adoptado Pichilemu como su lugar de vacaciones, hace algunas décadas construyó su casa en Infiernillo. Yo lo conocí en su casa de Ñuñoa junto a su cálida familia y hemos conversado de esa tierra de afectos comunes, porque Klaus es apasionado de los salares, los ha visto en muchas partes del mundo, por su trabajo e inquietud personal, viaja mucho y recopila información y los ha fotografiado. Obvio, cuando conoció los de Cáhuil, un lazo mágico lo tomó de un ojo y su obturador cuela el detalle, el ángulo atípico, en fin el alma de la salina, la captura en imágenes de belleza incomparable, no obstante son las mismas salinas recreadas con el encanto de un artista consumado.
La gran calidad de sus obras es reconocida por importantes galeristas que han expuesto en sus salas una oncena de fotografías de nuestra comuna, entre otros trabajos que ya recorrieron Chile y, varios paises de Asia y Europa, con el patrocinio del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Proximamente, a modo de muestra, subiré un par de fotos de este extraordinario artista y amigo, si bién no nos vemos desde entonces, su cordialidad y cariño, la siento presente y con más fuerza, cuando me encuentro en Cáhuil.

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