miércoles, 7 de febrero de 2007

La poza del encanto

LEYENDAS

Repasando notas dispersas apunté del Censo de 1865…”Estero de Nilahue que nace en la hoya hidrográfica de los cerros de Caune, recogiendo las vertientes occidentales de esta cordillera, los esteros de Pumanque, Loló i Quiahue i desemboca en el mar en la Caleta de Cáhuil”.

Este estero guarda en algunos de sus recodos varios secretos, como las huellas del felón que condujo por uno de sus afluentes a los soldados españoles que cayeron encima del vivac de Lautaro, donde nuestro héroe mapuche rindió su vida.

Pero existe también una bella historia, la de la Poza del Encanto, ésta se encuentra al sur-este de Pichilemu, a unos 28 kilómetros aproximadamente, en un punto donde confluyen los límites de tres de las comunas de la provincia Cardenal Caro,

Por el nor-este de la ribera en el territorio de Marchigue y el fundo San Miguel de las Palmas, propiedad de la familia Foster, por el sur-este con la comuna de Paredones y el fundo Santa Teresa de Nilahue de don Francisco J. Errazuriz y por el-oeste, la comuna de Pichilemu, en el poblado de Espinillo, propiedad de numerosos pequeños propietarios.

El curso sinuoso y largo camino del estero Nilahue y en plena cordillera de la costa, se arrastra suavemente, durante el verano, formando numerosas posas, algunas de considerable tamaño, como la llamada “Poza del Encanto”.

En las profundidades de la poza del encanto hay un palacio grande y hermoso, con todas las comodidades que una persona pueda requerir, ahí vive una Bella. Ella aflora del agua y trepa el peñón rocoso aislado frente a la pequeña cascada que desagua las vertientes de San Miguel, sobre la piedra, la Bella arregla sus cabellos con su peine de oro, pasa horas, tras horas peinándose y luciendo sus gracias con un aire de melancolía.

Un buen día la encontró un vaquero de la Hacienda, quién al verla, se enamoró inmediatamente y le hizo sus “proposiciones”, La Bella aceptó casarse con él, con una condición, el hombre que la quiere como esposa debía luchar con un toro que la custodiaba, este toro era muy bravo, echaba fuego por la boca y narices y era muy ladino, pero tenía un punto de debilidad, le dijo la Bella, se le podía dar muerte con un combo bien pegado entre sus dos cachos. Muerto el toro ella se casaría con el vaquero.

El vaquero terminó de escucharla y arrancó a perderse, antes de que fuera a aparecer el toro y tuviera que enfrentarlo por pretender a la Bella.

La Bella muy triste por que el vaquero no estuvo dispuesto a pelear con el toro y liberarla, se fue a vivir a la poza de Las Yeguas, un poco más arriba del Nilahue, donde se le suele ver, especialmente, en las noches de luna llena. Mientras espera, ella continua peinando su lindo cabello.

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