sábado, 11 de febrero de 2017

Yanka Llanca de Aravena Llanca



JORGE ARAVENA LLANCA




YANKA
UN DIOS HITITA

EL ADN HUMANO,

LA SERPIENTE QUE SEDUJO
A EVA A COMER LA MANZANA
Y SER CREADORA, IGUAL QUE
EL JEHOVÁ BÍBLICO,

ES EL APELLIDO
LLANCA
                                                           DE PICHILEMU
Palabra e Imagen

*
Breve ensayo etimológico, toponímico y genealógico.
Sobre la palabra Yanka,
nombre de un Dios mitológico,
y Llanca apellido significativo y abundante
de gran personalidad genealógica
en el pueblo de
Cáhuil y  Pichilemu



Zacharia Sitchin y El 12º Planeta

Zecharia Sitchin, destacado lingüista hebreo y traductor de la lengua sumeria y acadia que a partir de las tablillas de arcillas cuneiformes, con los textos de los orígenes y de la mitología, entreteje en un relato los orígenes de la humanidad y documenta la intervención de la historia de la tierra, en relatos apasionantes, verosímil, provocativo y convincente en grado sumo en una teoría totalmente nueva que ofrece respuestas a antiguas preguntas, a la vez que plantea otras nuevas encontradas, por varios arqueólogos intrépidos, entre 1830 y 1950 más o menos, en Nínive, Babilonia, Ur, Susa, Tell Asmar, Mari, Nippur, Uruk Lars, Telo Layash, Hassuna entre los ríos Éufrates y el Tigris, territorio del Medio Oriente, hoy de nombre Irak, en textos antiguos sumerios, acadios, asirios, babilónicos e hititas descubrimientos descifrados en este orden de las escrituras y el idioma de los mesopotámicos. Sitchin tuvo quetranscribir, transliterar y, por último, traducir de las tablillas sumerias encontradas en diversos lugares de las destruidas y, casi totalmente, desaparecidas ciudades, toda la historia transcurrida de la civilización humana seis mil años antes de Cristo.

A partir de los textos antiguos, con la arqueología, la mitología y la lingüística comparada, este autor entreteje el relato de los orígenes de la humanidad y documenta la intervención extraterrestre en la historia de la Tierra.

Centrándose en la antigua Sumeria, revela en más de 15 libros, con extraordinaria precisión, la historia completa del Sistema Solar según la versión de los visitantes procedentes del planeta Nibiru que, en su órbita al girar, pasa a corta distancia de la Tierra, entre Marte y Júpiter, cada 3.600 años.

En la página 76, 77, 78 del primero de la colección “Crónicas de la Tierra”,  “EL 12 PLANETA”, el autor hace mención a diversos Dioses entre ellos al Dios Hitita Yanka, 3.440 años antes de Cristo, que representa una serpiente, que es una simbología del ADN humano, estructura de la molécula de la vida, una larguísima y compleja doble hélice que fue denominada ácido desoxirribonucleico o ADN, descubrimiento con el que Francis Crick obtuvo, como codescubridor, un Premio Nobel.

Con esta alusión serpentina del Dios Hitita serpiente Yanka, dan a entender, sobre esta estructura de la vida, que ellos, estos extraterrestres hicieron una manipulación genética creando así a la especie humana.

El serpentino Dios Yanka, a la Biblia judía-cristiana, llegó con el símbolo de la serpiente, esa figura serpentina semejante al ADN humano. El conocimiento de este misterioso complejo se perdió o nunca lo tuvo el ser humano, y en su primitivismo e ignorancia representó al ADN dentro de un hecho mitológico como una figura serpentina, cuya semejanza. el hombre primitivo, la imaginó parecida a la sinuosidad del avance por tierra de la serpiente, aquella que en la Sagrada Biblia, sedujo a Eva con probar la historia de la manzana y, dándosela a Adán, para que comiera, concibieran, crearan, “y se conocieron” como dice la Sagrada Escritura y fueran, también, ellos como dioses y tuvieran descendencia humana, hecho que dejó fuera de esta creatividad exclusiva al único Dios, Jehová, gestor de vida de acuerdo a la Biblia, conocimiento que debió ser compartida con los humanos. Aconteció en el Génesis y por ello fueron Adán y Eva inmediatamente expulsados, por la cólera divina, del paraíso, convirtiéndose, Adán y Eva, en los primeros exiliados de la historia. Variadas son las palabras que, como patronímicos, con su grafía griega, latina y la fonética que le corresponde de la traducción del sumerio, resultan conocidas y familiares en la actualidad a nuestra vista y oído, presentes en todo el Medio Oriente, Europa, India especialmente en España, en Latinoamérica y, de nuestro interés en la palabra llanca de Chile, más precisamente de la ciudad balneario de Pichilemu en la Sexta Región, como una palabra y apellido, supuestamente procedente de la lengua indígena mapuche.

Por cambios fonéticos en diversas lenguas tenemos del nombre YANKA-SERPIENTE-ADN, que en definitiva es en traducción castellana nada menos que JUAN, en diferentes pronunciaciones y grafías en otras lenguas histórica:

Del germano, con sus cambios de prefijos protáticos y de prefijos sufijos:
Hans, Johannes.
En noruego es Jens,.
En inglés nos da John.
En hebreo es Yanqa que deriva de Johanan en castellano Juan.
En Polaco Yanka, Yanko, Wanda: Juanita y Juanito.
En Rusia es Ivan.
Juan en español.
Yanky en EEUU, es Juanillo
Llança en Cataluña es una lanza.
Lancia es lanza en Italia.
Llanca en mapudungun una piedra preciosa y ahora en numerosos apellidos compuestos, como Llancamil, Llancaman, Llancaqueo, Llanquihue, etc. etc.

En hebreo bíblico, Juan, es una palabra tomada por los profetas desde los tiempos de Moisés, de donde proviene esta denominación tan requerida, simplemente, como patronímico y, Juan, como nos dice el psicoanalista Sigmund Freud, viene a su vez de Júpiter dios griego, de sus predecesores los antiguos cretenses los “Hombres del Mar”. Juan, Jens, Johanes o Yanka, –entre nosotros se escribe Llanca–es supuesto como Juan uno de los nombres judíos más numéricamente extendido en el mundo entero. Naturalmente con la ayuda del cristianismo que instituyó la palabra dándole suma importancia por ser Juan uno de los 4 evangelistas y, otro el más querido en la historia de Jesucristo.

Todas estas grafías significan, por el camino bíblico simplemente, repetimos, en español Juan, que a la vez da lanza, la tercera persona del singular del verbo lanzar;  a la vez, más precisamente por abundancia, en que este sonido transita y se fija en uno de los ángulos del triángulo de la punta de la lanza, a la vez un ángulo del ojo de Jehová, figura y contenido tomado por los hebreos de los egipcios, donde es el ojo del Dios Ra, el Dios Sol. Los otros dos ángulos son junto con Johanan –Yanka o Juan–, Jehú y Josué librados a la formación de nombres propios teofóricos, de acuerdo a Sigmund Freud, quien apoya este criterio y afirma que, “ningún escrúpulo, sin embargo, podrá inducirnos a eludir la verdad a favor de pretendidos intereses nacionales”.
Sigfmund Freud. Moisés y la Religión monoteísta y otros escritos sobre judaísmo y antisemitismo. Aliansa Editorial Madrid 1970 a 1984. Páginas 32-39.

La lanza es un arma, un objeto alargado, serpentino o serpiente, que en la mitología griega lanzaba Júpiter con su consabida cólera arrasando naciones enteras, quemando sus bosques y ciudades pero, desde la antigüedad, ya con palabras y carácter de mitos, significando simbólicamente, –como anotamos–, la estructura de la molécula de la vida, el ADN, denominación del ácido desoxirribonucleico.

La serpiente Yanka se conserva en todos los tiempos como el conocimiento, la sabiduría en el logotipo de la medicina universal.

Llanca de Cataluña

En Cataluña, en la zona de Costa Brava, pocos kilómetros antes de llegar a la frontera con Francia, dentro del área de las ciudades de Figueras y Girona, existe un pueblo turístico de nombre Llança.
Palabra que va en la c con cedilla, cercana al latín, signo que el castellano perdió en aras de la comodidad como la doble n que se convirtió en ñ.
Su valor fonético es lanza. En tiempos del dictador Franco en España se prohibió hablar lenguas que no fueran la oficial llamada castellana a la que le pusieron española. Es cuando obedeciendo al tirano, en nuestro continente los profesores hicieron desaparecer la cedilla en el habla escrita de Chile, y fue cuando el apellido Llança perdió parte de su procedencia quedando simplemente como ahora se la escribe.

La etimología
En términos científicos se da en lingüística, como aceptado que la “Y”, prefijo de Yanka, como sonido fonético es la misma grafía en “H”, “J”, “I”, “Ch”, “Ll y en Italia solamente “L” con la pérdida de una l, y en España con doble l es “Ll”. La “K” sumeria, a la vez germana, en español es “C”.

En el libro “El 12º Planeta”, mencionado arriba, además de Yanka, advertimos en otros libros antiguos, tanto de los Sumerios como de los hebreos, especialmente en Flavio Josefo en sus Etimologías Judías, del geógrafo Estrabón y de Plinio el Viejo muchas  otras similitudes fonéticas que reconocemos en nuestra fonética y grafía, especialmente, de la toponímica de Chile y de Latinoamérica. Anotamos tan solo algunas.

*  Til>misil: Til-Til pueblo en Chile.
* Mala-chimen>Guate-mala: país centroamericano. Guate, y cuate en México hermano, compañero, amigo, provienen del germano Gothe, godos, así llamados los conquistadores hispanos y mala gutural plenitud nos da Plenitud de los Godos.
*   Yapa>dios hindú: en Chile y Perú dar un añadido a lo que se entrega o vende.
*  Atta  y conviden con muchas otras etnias en el Medio Oriente.
*  Cama es una etnia, los camita del África que emigraron hacia la actual Turquía hace más de 30 mil años.
*  Gilgamesh dios sumerio, separadas las dos sílabas dan dos apellidos: Gil y Games.
* Meso-poto>denominación griega por Mesopotamia: en Chile poto las asentaderas o culo.
*  Yancan>ciudad sumeria.
*  Ay o Haai (ruina) >ciudad cerca de Betel en Asiria 1923 años antes de Cristo: lamento muy utilizado en el habla coloquial del castellano y en el cancionero desde el norte al sur del Continente americano. Esta ciudad del Medio Oriente, hoy Irak, era una de las más bellas de la antigüedad sumeria y fue destruida. El mundo antiguo lamentó esta pérdida en toda su historia escrita, y el llanto ha perdurado hasta hoy en su nombre, Haai, convertido en “ay” una alarido de dolor.
*   Susa igual a xuxa: pronunciación hispana de un congnome, más precisamente, llegada de Galicia. En Chile vagina. También Susa era una bellísima ciudad de la época de los sumerios, 8 mil años antes de Cristo, fue destruida y sus lamentaciones por su desaparición creó el dicho “que no te pase lo que a Susa” pronunciado como xuxa, o en Chile “te saco la chucha” es decir te destruyo como a Susa. En Galicia el nombre masculino Jesús, dado al género femenino se pronuncia Jesusa y como aforístico se pronuncia Xuxa con alusión a la vagina femenina. Parva>lugar del desayuno del campesino sumerio 8 mil años a.C. En Chile, acumulación de la paja del trigo donde se reúnen a merendar los trabajadores o a esconderse los enamorados.
*  Monte Paran>Lugar glorioso de los Dioses, que ha dado Para-guay, Pará, Para-món, Para-ná y otras variadas denominaciones toponímicas en toda América. Incluso Perú proviene de Parán. Pará fue el lugar donde Jehová le dio el maná a los judíos que, conducidos por Moisés, acamparon por 40 años en el desierto, protegidos por el valle del Guarén y el monte Pará. (Esto bajo nuestro criterio que estas palabras las portaban, pusieron y nombraron los conquistadores hispanos que eran judíos, refugiados religiosos que huían de ser quemados por la Inquisición por esos años anteriores a la conquista del Nuevo Mundo, 1492 fecha del descubrimiento).
* Chasqui>pequeño pez, el único que le ponía freno y a quien temía el terrible monstruo Leviatán tan mencionado en la Biblia: entre los quechuas quien transportaba peces frescos para sus reyes ganando largas distancias, además como correos a través de la cordillera.
*   Andes, nombre del pueblo donde nació el magestuoso poeta Virgilio, en su honor pues antes se llamaba solo La Gran Cordillera.
*  Rengo, pueblo en el centro de Italia.
*  Pirqe (Rabbenu Haqadosh)>topónimo en Chile.
* Meca>medina, ciudad sagrada de Arabia Saudi: en Chile mierda.
*  Petrel>ave que vivía entre las piedras.
*  Mauli>ciudad fundada por Caín: en Chile Maule es una provincia, una ciudad y un río; en Alemania alusión a la trompa de un perro rabioso. Existe un Inglaterra una dinastía de trompudos de un conde de Maule.
*  Gossén>desierto en Israel: apellido materno de Salvador Allende presidente de Chile.
*  Lajay>pozo de agua, en Chile un lago y un lugar geográfico,  solo Laja sin el sufijo “y”.
* Jacob>Jako, Jago, Diego, Jackelin que dio Sant-iago, capital de Chile, y con más de 3.400 referencias en toda América y España.
*Llança. pueblo trurístico en el Mediterráneo de Cataluña.
*  Aqueo>grupo perteneciente a los Cananeos, una de las tantas etnias con las que se conformó el grupo autodenominado israelita de religión judía, hoy tiene vigencia, entre los mapuches de Chile, en apellidos compuesto como por ejemplo: Llanc-aqueo.
*  Nueva Canaán nombre que se le dio a Chiloé en la época de Ercilla. Como chilotes se comprendía a los indios con el nombre de ilotas los esclavos romanos.

 Llanca en las lenguas indígenas

La palabra Yanka, con su eterno sonido y, distinta, aunque similar grafía castellana como llanca, en Chile forma parte, entre los indios mapuches de la designación de valiosas piedras verdes a las que le daban valor de cambio, y en la actualidad de apellidos compuestos como Llancaqueo.
En términos bíblicos, posterior al de los Sumerios, aceptando que el patronímico llanca es Juan nos da Juan el Aqueo; en mapudungun abundan las formas duales como: Llancamil: Juan Emilio; Llancaleo: Juan León;  Levillanca: Juan Leví el sacerdote de Moisés; Llancaman: Juan hombre, etc., etc., etc. Muchas fueron las palabras que introdujeron los conquistadores y los curas evangelizadores en la lengua mapuche, de las que ellos portaban, entre otras designaciones y términos de carácter religioso para identificar al Dios judío y posteriormente de los cristiano. A nuestro criterio formas y palabras, simplemente, tomadas por los mapuches de sus dominadores, desde los primeros días del descubrimiento y conquista  Chile.
Basta buscar en Youtube la palabra Llanca y aparecerá infinidad veces tanto en Perú, como apellido y nombre de un pueblo absolutamente indígena cerca de Castilla, donde sus componentes se presentan durante sus fiestas patronales bailando en fiestas que producen verdadera alegría. La palabra tiene existencia hasta Colombia, lo que da que pensar que cada palabra que está en el sur y se encuentra en el norte es de procedencia de los conquistadores, pues no existía en esos tiempos relación idiomática, entre el norte y el sur, entre colombianos y los indígenas del actual Chile.
*  Caupolicán: esta palabra tiene dos significados: caupo, en latín es copo de animal lanudo y licán que es un perro mitológico, actualmente como tal desaparecido, pero que dejó una estela de referencias a la maldad emparentada con los infierno, así mismo da Licantén un pueblo en el Valle Central de Chile; en España Alicante, hasta la herramienta alicate es de esta proveniencia pues como el maldito perro es para morder.
*  Colo, danza milenaria, en la Historia Natural de Plinio el Viejo, donde el principal bailarín cojea, en alusión al patriarca judío Jacob, que tenía el tendón cortado y cojeaba: en Chile con la clásica repetición de la palabra en Colo-Colo, da el nombre de un mapuche histórico,
*  Peres, apellido muy común, nombre bíblico del Antiguo Testamento de los judíos, en alusión a que Tamar, mujer de Judá, tenía dos mellizos en el vientre. Uno de ellos, en el acto inmediato a parir, sacó la mano por su vagina y la partera le ató una cinta escarlata alrededor de la muñeca diciendo: “Éste a salido primero”.  Pero entonces el niño retiró la mano y fue su hermano el que salió primero. Ella dijo: “¡Cómo te has abierto brecha!” y le llamó Peres, porque el recién nacido, rompió primero el perineo vaginal –perineo es palabra aramea lengua que dio origen al griego clásico–, detrás salió su hermano en cuya muñeca brillaba la cinta escarlata, y le llamó Zéraj declarado el primigenio: en Israel, toda España y América, Pérez, es un apellido de los más frecuentes. En todos estos libros antiguos en las tablillas de los Sumerios, reescritos recientemente por Zecharia Sitchin, como en viejos documentos bíblicos consagrados o apócrifos, abundan palabras cuya consonancia se repiten –¿será tan sólo como una extraña curiosidad o mera coincidencia?–, en la toponimia y la onomástica de toda América, aunque con mucha más insistencia en Chile.

Los conquistadores hispanos

Estas semejanzas nos llevan a fundamentar –razón que tanto repetimos–, que los exiliados de la Santa Inquisición Cristiana del Vaticano, en 1492, llegados con Colón en el descubrimientos del Nuevo Mundo, eran fundamentalmente en número exclusivo: sapiencia, antigüedad y permanencia colonial en América, judíos–hispanos; eran exiliados religiosos, escapados de la hoguera del cristianismo Católico, por reafirmarse en sus creencias en las leyes judías, con la firmeza de quien sabe que está en la verdad en la creencia de un Dios único.
No eran como la tradición histórica afirma: delincuentes, ladrones y escapados de las cárceles, sino lo más valioso del pensamiento, la educación y las ciencias tanto económicas, religiosas y lingüística-gramatical de la península Ibérica, la verdadera inteligencia del territorio  hispano que estaba, por aquel entonces, gracias al estamento numérico judío, a la cabeza de toda Europa, lo que hacía importante, en grado sumo, a la ahora llamada España.
Además eran los que poseían el capital monetario de todo el país y de Europa, los llamados mercaderes, los más ricos del Viejo Continente los que mantenían en un envidiado sitial a Iberia. Fueron con la expulsión despojados de toda su riqueza y condenados al exilio forzoso, el que emprendieron hacia Marruecos en el África; Constantinopla en el Medio Oriente; Bélgica, Holanda e Inglaterra en Europa, creando con sus fortunas la riqueza, hasta hoy día de esos países monárquicos.
Esta es la razón que nos ha impulsado a catalogar, por ser ellos los que se embarcaron como simples soldados con Colón a la conquista de “La Tierra Prometida”, la “Misiánica” que su Dios les prometió que les entregaría cuando el llamado Mesías volviera a la tierra a declararlos nuevamente, los únicos elegidos de Dios, para quienes pondría todo el universo a su disposición.
Catalogamos a todos los grupos indígenas de América por los nombre que estos conquistadores o invasores, como suele también llamárselos, le pusieron a cuantos encontraron en su afán de conquista desde el mismo México hasta Chile: Judíos-Aztecas; Judíos-Mayas; Judíos-Incas o Quechuas; y por últimos Judíos-Mapuches y a todo el mestizaje procreado a continuación, por toda Latinoamérica, entre los taurinos sementales Judíos-Hispanos y las indias de todo el Continente que hacían cola para tener un Gonzalito, un Varguita, Garciíta, Piñerito, Laguito, Llanquita, Corderito, un Orteguita medio blanquiñoso, más alto de pelo rubio y hasta de ojitos azules o verdes, que resultaron ser más traidores que los Yanaconas.
De ellos y por este acontecer, estamos afirmando con énfasis, que el mestizaje de los chilenos es Judío-Mapuche, aunque sin ningún reconocimiento dentro de las reglas familiares de la genealogía del judaísmo, pues se es judío por el vientre materno, no de parte del semental macho. El judío nace no se hace. Los judíos-hispanos llegaron solos y fueron las indias las que satisficieron sus apetitos carnales, al punto de darle, al mestizaje de las etnias indígenas de todo nuestro continente, la impronta de ser un componente Semita-Judío-Indio, con la sangre del revoltijo de los grupos asiáticos que componen el conjunto, no solo de Chile sino de toda América.
Dando, de acuerdo a nuestras investigaciones, el correspondiente significado etimológico de las tribus de América, afirmamos, repitiéndolo otra vez, que lo justo es denominar como Judíos-Aztecas; Judíos-Mayas; Judíos-Quechuas y Judíos-Mapuches, con todas las variantes y conjunciones de nombres los casi infinitos nombres de tribus de indios americanos y el nombre de la etnia, por su religión, de Semitas-Judíos que fueron los conquistadores de América en nombre del imperio español.

Para comprender mejor la diversidad de criterios de los nombres de las naciones, sin lugar a dudas afirmamos, como otros lingüistas peninsulares, que España dignifica “Conejo”, palabra que los judíos que habitaban las parte mediterráneas dieron, en el Viejo Ampurda, territorio hoy día de la costa de Cataluña, llegados 800 años antes de Cristo, a ese territorio junto con los fenicios como comerciantes y permaneciendo en ese territorio hasta conformarse como los verdaderos habitantes de la Península Ibérica, por ello afirmamos que España ha sido siempre considerada por los europeos como un territorio judíos hasta la actualidad.
Al nombrar a los habitantes americanos como Hispano-americanos se comprende la etimología de “conejos-americanos”.

Valga este cruzamiento entre judíos e indígenas, para darle a la etnia chilena una característica propia, valiosa en cuanto a que, a mayor cruza de sangre entre seres del reino animal, categoría a la cual pertenece el ser humano, mayor inteligencia y capacidad de supervivencia.

La palabra chile

Como otros mitos de peso y significado es la palabra Chile, nombre de nuestra Nación, que nadie sabe a ciencia cierta que significado tiene. Nadie puede educar con arreglo a cinco posibilidades de su etimología.
¿Qué les espera a quienes no saben ni siquiera el significado del nombre  de su patria? Por tanto, es necesario desmistificar, igual que la palabra “llanca” de una vez, para que se sepa que Chile es, desde los arcaicos anales históricos de 1275 años antes de Cristo, una palabra Asiria: “Chattuschili” III, nombre de un monarca del tiempo de los Ititas, hoy Turquía, e incorporada a la lengua hebrea por Nestalí descendiente del patriarca Jacob, que significa también Silem, Sileno y Silena y es de la tradicional familia judía de los Schillemiter.
La palabra viajó a la Península Iberica 800 años a.C. con los primeros comerciantes hebreos y fenicios que llegaron a la hoy Península Ibérica, y, con los conquistadores a América en 1492, y se quedó en nuestra patria, para hacer honor a la historia de la arqueología lingüística.
En definitiva Chile significa Águila, la más bella de las aves que surcan desde los más graficados tiempos de la civilización humana, todos los cielos de la tierra y que los monarcas de las viejas naciones la han inmortalizado en sus estandartes, emblemas, banderas buscando la sublime identificación con la belleza y la magestuosidad.
En definitva, después de arduas investigaciones hemos dado, con mucho orgullo, con el verdadero significado de la palabra con que identificamos a nuestra Patria: Chile-Águila, Águila-Chile.




El Himno Nacional y la Araucana de Ercilla

¿Cómo se escucha la afinación del que canta y no sabe de dónde viene la melodía y la introducción de El Himno Nacional? ¿Qué no sabe que su melodía fue robada y vendida al Gobierno de Chile?

     La Araucana, famoso libro de Ercilla, un mito al cual ya no le caben elogios, y donde, hasta los nombres de nuestros próceres indígenas son absolutamente falsos.
     Es un libro que le fue robado a un poeta latino nacido en España Marco Anneo Lucano autor de La Farsalia, nacido el año 39 d.C. y, todo el contenido, la guerra entre César y Pompeyo, el ingenioso Ercilla, se lo adjudicó a los aguerridos araucanos.
    
     El republicanismo mitológico de la nacionalidad chilena y el ejercicio de su democracia es, nada más que una dictadura de empresas, que a la vez son comerciantes y dueños, en el mayor secreto, de todas las decisiones políticas, económicas, religiosas y militares.

Mitos de actual vigencia

Los señalados mitos son la encarnación del desconocimiento de la etimologia de las palabras con que nos comunicamos. No debe, entonces, de extrañarnos desconocer sus significados pues el estúdio de linguística es una ciencia no al alcance de los estudios preferidos en nuestra educación.
Otro mito sobre una palabra vastamente utilizada, es la denominación Pichilemu, del cual nos haremos cargo en otra oportunidad.

El pueblo de Pichilemu, por Llanca, apellido y palabra, de una consignada antigüedad de miles de años, desde antes de escribirse la Biblia, desde el Medio Oriente, por los Hititas propiamente del actual territorio de Turquía, y la designación del conocimiento y de la procreación, es también una “cosa material” –entre los mapuches las piedras llancas–, y es, como palabra llanca y apellido Llanca, el portador civilizado de uno de los misterios etimológicos más interesante de todos los países de habla castellana.

Para Pichilemu, Cáhuil y Ciruelos, otro mérito, además de su belleza, del mar, del surf y la calidad humana de su gente a la que saludamos, junto con mi amigo el profesor Alfonso Aravena González, con un cariñoso Macaya y un deseo de ¡salud a toda la barra de la Caldera del Diablo de la calle Carrera esquina Santa María de Pichilemu.
¡Eureka! y, hasta la vista.
Jorge Aravena Llanca
Berlín, 9 de enero de 2017




1 comentario:

Unknown dijo...

Me parecesuper interesante su publicacion,pertenezco a la familia. Bravo que ud.,menciona en la casa frente al mar en Pichilemu.y mi segundo apellido es Tamallanca.