lunes, 18 de marzo de 2013

Ropa Tendida

Hay Ropa Tendida en el Centro Cultural Agustín Ross E., además otros títulos y obras muy lúdicos de la artista Ruth Valentini, quien "juega" y muy bien a ser pintora de domingo, esto es por percepción propia, ya que es una artista consumada, con una sólida formación en Paris, del mismo modo que su familia, con otras expresiones, la música, el canto.
Ruth creó su prole con Angel Parra (nombre de artista), hijo de la mítica Violeta Parra, Angel con una gran trayectoria artística propia y por cierto con descendencia y evolución en sus propuestas, Javiera incursiona con éxito en el canto y música contemporánea, la vimos presentando en televisión el diverso mundo del rock-chileno. Ellos son objeto, también, del imaginario de Ruth, como dije, está la Ropa Tendida y algunos objetos cotidianos que cobran otra dimensión en el ojo, su paleta y la tela. Pero sus modelos son sus afectos y ahí están prodigados. Por ahora son huéspedes de Beatriz Hagel en el Centro Agustín Ross E., en Pichilemu. Ve a verlos, sorpréndete y regálate ese gusto.
Recibí la invitación por correo en la última semana y tenía programado ese viaje desde un mes y medio, iré a verla, no la conocía ni tampoco su vínculo con Angel Parra, nunca estuve con él, sólo conozco algo de su obra, especialmente su co-producción con el escritor, Manuel Rojas, titulada, Las Salinas, sobre las salinas de Cáhuil y sus vivencias junto a su querida familia en dicha localidad. La búsqueda del mencionado tema tiene un larga historia, desde los primeros versos de Rojas, hasta un clip en Internet con una introducción del mismísimo Manuel Rojas, los versos musicalizados por Angel Parra e imágenes Cahuilinas, de fondo, bello, lo he repuesto unas cuatro veces en mi sitio de Facebook y en este blog.
Me presente con Ruth Valentini y le contaba que conocía el trabajo de Rojas y A. Parra, el modelo en varias de sus telas, es que Angel es mi marido y hoy cuando viajábamos para acá, él se recordó de eso y trató de cantarla, había olvidado buena parte, hace mucho tiempo que lo hizo y cuando ocurrió, no conocía el lugar, hasta ahora y le ha fascinado. El está aquí y tuve la oportunidad de repetirle el cuento, todo bien, un teléfono de contacto y nos separamos dentro del Salón.






Hasta que recuerdo que en mis carteras llevo, inusualmente, un pendrive en que tengo el registro del tema en cuestión, con la complicidad de Manuel Miranda, lo insertamos en la música ambiental de la Sala. En cosa de segundos, Angel reconoció la voz de Manuel Rojas, emocionadísimo se dirigió al lado de Ruth y de Javiera quienes lo apapacharon con todo su gran cariño. Todo un sorpresa.

viernes, 25 de enero de 2013