lunes, 8 de junio de 2015

LINDA PLAYA

La familia de doña Elena Errázuriz de Sánchez se iba un poco más lejos a su fundo El Carmen del Huique, mientras que la familia de Maximiano Errázuriz convirtió su fundo Panquehue en un paradisiaco rincón europeo, con laguna, una villa pompeyana y un templete romano que contenía una invaluable galería de pinturas.
La familia Aspillaga disfrutaba de Tanumé, su campo al sur de Pichilemu, donde habían construido una casa al más puro estilo egipcio, con amplias galería de columna...s palmiformes, resguardada por dos grandes esfinges hechas en 1912 por el famoso escultor B. Foliá.
Asimismo los Salas Undurraga se trasladaban al Fundo Los Nogales, los Caviedes a su Hacienda Machalí en el Cachapoal y la familia Lyon al paradisiaco palacete que poseían en su Hacienda Quilpué, en San Felipe. Esta costumbre aun sigue siendo una de los más tradicionales veraneos.
A fines del siglo XIX se ponen de moda también los Baños Termales. Uno de los más antiguos y populares eran las Termas de Chillán, conocidas desde época indígena. También existían baños en Cauquenes, en Panimávida, en Colina e incluso en el rural Apoquindo, donde se trasladaban familias completas a pasar largas temporadas en los primeros ejemplos de confortables hoteles a la francesa. “Apoquindo es aristocrático, porque además de reunir todo el confort que la familia necesita, su proximidad a la capital lo hace el punto de reunión de los excursionistas, siendo todas las tardes, los sábados, domingo y días festivos de una animación extraordinaria. Momento a momento llegan los autos de uniformados chauffeures, conduciendo elegante juventud que en busca de horas de baile, de sport y de buena sociedad visitan el balneario; de ahí que la estada del veraneante en Apoquindo se llena de atractivos”. Alda de A. A. V., para revista Familia, 1922.
La llegada del ferrocarril en la década de 1860 hizo posible que las grandes urbes se acercaran, que los tiempos de viaje se redujeran y que paulatinamente las costas –y otros sitios de difícil acceso como bosques, lagos y montañas- se impulsaran como focos turísticos
 
 
 
imágenes de Tanumé, archivo personal, Panquehue, hacienda Quilpué de San Felipe, archivo de Fernando Brügmann en Veraneo en la playa, Auge y caída de los balnearios de moda. Archivos; Familia Aspillaga, Museo Histórico Nacional, Imágenes Chile 1900.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 7 de junio de 2015

LINDA PLAYA


No está claro si la palabra “Veranear” estaba dentro del subconsciente masivo en época colonial. Existen antecedentes de vacaciones en los meses de calor desde el medioevo, pero no es hasta fines del siglo XVIII en que aparecen en Europa las primeras referencias del turismo moderno. En las postrimerías de diciembre, todo enero y todo febrero, las familias chilenas –generalmente las más adineradas- se trasladaban a alguna ciudad cercana o fundo donde pasar la temporada. Eran estas grandes posesiones las que se llenaban de visitantes, donde el dueño de casa demostraba su hospitalidad y reunía a la numerosa familia, parientes y amigos más cercanos.

Eran comunes las excursiones, caminatas, paseos y “garden parties" bajo la sombra de los altos pinos.La música, la buena mesa, el canto y el baile era protagonista durante las noches calurosas, y en algunas zonas se disfrutaba además de las tan folklóricas celebraciones de la Trilla y la Vendimia.

No era necesario viajar largos trechos para respirar el campo criollo, porque Santiago era una ciudad pequeña, siendo comunas como Peñalolén, Las Condes, San Bernardo, Maipú o Renca, parte de las zonas rurales que rodeaban a nuestra capital y que eran elegidas como destino para capear los calurosos días de verano.

 
 
 
Al fundo Peñalolén viajaba la familia Arrieta para disfrutar de su elegante mansión campestre, oculta en las laderas de la cordillera, entre centenarios árboles, esculturas y grandes piletas. 

La familia Riesco se iba a pasar la temporada a sus posesiones en El Salto, en ese palacete afrancesado que dominaba lo alto del extenso fundo, cuando aun no existía la autopista, el cementerio, ni el metro. La familia Gandarillas se iba a Santa Rosa de Apoquindo, entre las actuales Avenida Padre Hurtado y Cristóbal Colón; y aunque parezca increíble la familia de Loreto Cousiño pasaba algunos meses del año en su fundo de Los Leones, hoy pleno Providencia, donde se levantará el Rascacielos del Costanera Center. De, Veraneo en la playa. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón. Imágenes de Zig Zag, 1909.

miércoles, 3 de junio de 2015

LINDA PLAYA

Imágenes del archivo de Fernando Imas Brügmann, revista Zig Zag 1909.
. La llegada de la Belle Époque hizo su parte en Sudamérica, sobresaliendo elegantes balnearios por toda la costa del Pacífico y Atlántico sur. En Perú destaca el balneario de Chorrillos (destruido por los chilenos en la Guerra del Pacífico) y la playa de la Herradura. En Argentina se posicionaba la lujosa ciudad de Mar del Plata, con su extensa Rambla de hermoso estilo neoclásico. En Uruguay, Capurro y Piriapolis eran los centros de moda, y en Brasil la famosa playa de Copacabana se llenaba de hoteles y lujosos chalets para acoger la alta demanda de turistas. En Chile surgía el balneario de Viña del Mar, también Papudo, Pichilemu, Constitución y Cartagena. Pero,  ¿Dónde veraneábamos los chilenos en el siglo XIX?

LINDA PLAYA

Es en este país donde vuelven a utilizarse las playas como centro medicinal y luego vacacional, creándose famosos Balnearios (con aguas termales y frías), como Scarborough, Brighton y Bath, cerca de Londres.  Esta última ciudad era frecuentada por la popular Duquesa de Devonshire, Georgiana Cavendish, que animaba con su estrafalaria presencia y atractiva personalidad, las calurosas noches del lujoso balneario.
Desde muy temprano los bañistas (apelativo que se le daba a la gente que asistía a los baños), pertenecían a círculos sociales elevados, asociándose a la Realeza, nobleza y alta burguesía, quienes podían viajar largas temporadas, hospedarse en el lugar y crear con ello un animado itinerario, que paulatinamente se convirtió en una Norma Social de todos los veranos.
 
De Inglaterra se extiende esta tradición por toda Europa y Norteamérica. Scarborough, por ejemplo,  era el centro vacacional de la realeza británica; el Balneario del Wannsee era su homólogo Alemán. Niza y Biarritz eran los balnearios de moda entre la nobleza y alta burguesía francesa;  Capri  se impulsó como el balneario de moda en Italia. Montecarlo en Mónaco era un lujoso paraíso para banqueros, industriales y estrellas de cine. San Sebastián y el Getxo era el sitio predilecto de la nobleza y realeza española; y Newport en Estados Unidos se catapultó como el balneario más exclusivo del Atlántico norte.
En Japón la nobleza y la familia real se trasladaba a la apacible ciudad de Osaka. Mientras que los emperadores chinos disfrutaban del Lago Kunming, donde edificaron un espectacular Palacio de Verano, que alcanzó su esplendor bajo el reinado de la Emperatriz Cixi.
La Playa de Montecarlo en Monaco, se convirtió en un icono del Mediterraneo, siendo visitado por millonarios europeos, norteamericanos y las mediáticas estrellas de Hollywood, que la hizo mundialmente conocida.
 
 
 
Veraneo en la playa. Auge y caída de los balnearios de moda. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón.

lunes, 1 de junio de 2015

LINDA PLAYA.

Desde tiempos inmemoriales el uso del agua se asoció a rituales de purificación, usados comúnmente en ritos religiosos pero también en parte importante de la vida de los ciudadanos. Es en la India donde se conservan las más antiguas ruinas de una Casa de Baños, en la localidad de Mohenjo- Daro, datándose en una fecha anterior al 2.000 A.C.
Le siguen algunas instalaciones en la Isla de Creta, otras en Egipto, en el Imperio Persa, los países escandinavos y Japón. Los Baños alcanzan su apogeo en el Imperio Romano, quienes crean enormes complejos que contenían piscinas con agua fría, templada y caliente, salas de gimnasia, vestuarios, sala de masajes, zonas de descanso, tiendas, bibliotecas y jardines. Uno de los más conocidos fueron los Baños de Diocleciano, construidos a inicios del 350 D.C. y con capacidad para más de 3.000 personas. 
Los baños utilizaban agua de ríos transportadas por largos acueductos, o se situaban en zonas donde afloraban fuentes termales, beneficiosas para la salud y el ocio.
Entonces ¿de dónde viene la costumbre de bañarse con agua del mar?
 
Durante el siglo XVIII junto al advenimiento de la Razón, se instauró como parte del hombre moderno el concepto de Higiene. El Mar era un elemento de la tierra al que se le temía, por ser desconocido, catastrófico y principalmente porque la férrea creencia católica no veía beneficios en el lejano mundo submarino. Sin embargo, con la llegada del Siglo de las Luces, la medicina adquiere nuevos conocimientos y ve en la salinidad del mar novedosos favores.
En Inglaterra los médicos de Cambridge en 1619 enviaban a sus pacientes a “tomar aire marino” a Great Yarmouth. En otras localidades se comenzó a beber agua de mar por considerársele beneficiosa para curar algunas enfermedades, y los médicos multiplicaron sus escritos sobre los beneficios de la hidroterapia, siendo uno de sus mayores partidarios Richard Russell (1750).
 
 
De Veraneo en la playa. Auge y caída de los balnearios de moda. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón.

LINDA PLAYA.

 
“Las personas muy nerviosas que no pueden soportar el clima de las playas, se imaginan que por esta razón no pueden soportar el aire de mar, se encontrarán en cambio, admirablemente bien de salud en Constitución, que es una playa encantadora, con un aire purísimo y un clima templado”. Revista Familia, Enero 1926.
 
Cuando los españoles se asentaron en el valle del río Maule agradecieron las cualidades apacibles del clima, el rico río y los grandes bosques. Jesuitas y vascos crearon una pequeña villa de astilleros, que en 1794 se llamó Villa de la Nueva Bilbao de Gardoqui. Muy pronto se convirtió en un activo puerto industrial, y junto a su nombramiento como Puerto Mayor en 1828 se cambió su nombre por Constitución, en homenaje a la Constitución Política de O’Higgins promulgada ese mismo año.
Una crecida del Río Maule cambió la zona costera, impidiendo a los barcos poder llegar al puerto. Sin más remedio que buscar otra fuente de subsistencia, se valió la ciudad de los hermosos bosques, playas y roqueríos, creando un balneario. Las largas calles se llenaron de pretenciosas casas de fachada continua en el más puro estilo francés, y los paseos en la playa se hicieron frecuentes entre los turistas, que disfrutaban además del apacible clima y las grandes rocas, ideales para tomar un descanso.
Fue cuna esta ciudad de don Enrique Mc Iver, Luis Cousiño y Germán Vergara. Además contó con un filántropo, don Enrique Donn, quien embelleció la ciudad creando importantes obras, y donando terrenos a instituciones o la municipalidad.
El balneario de Constitución era frecuentado por importantes personajes de Talca y Santiago. Los Presidentes Manuel Bulnes y Manuel Montt pasaban temporadas enteras, y ya en el siglo XX, el presidente Pedro Montt y Arturo Alessandri también disfrutaron de su playa.
Hasta 1940 fue uno de los más famosos balnearios del país, decayendo paulatinamente ante el boom de sectores más dinámicos como Cartagena o Viña del Mar.
 
 
 
De, Veraneo en la playa. Auge y caída de los balnearios de moda. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón.

LINDA PLAYA

MI BISABUELA JAMÁS SE ARRIESGÓ A METER SUS PIES EN EL MAR. PERO MI ABUELA INCURSIONÓ ENTRE LAS OLAS CON INCÓMODOS TRAJES DE LANA... MI MAMÁ GUSTABA DE TOMAR EL SOL CON PEQUEÑOS TRAJES DE BAÑO Y YO... YA ME ZAMBULLO TODOS LOS VERANOS EN ALGUNA PLAYA. 
ESTA TAN COTIDIANA TRADICIÓN NO ERA ALGO COMÚN HACE POCO MÁS DE UNA CENTURIA, PUES EN CHILE NO EXISTÍA ESA COSTUMBRE DE VERANEAR EN LA PLAYA. PERO CUANDO EN EUROPA SE PUSIERON DE MODA LOS BALNEARIOS, LOS CHILENOS QUISIMOS IMITARLOS, INICIANDO A FINES DEL SIGLO  XIX UNA LARGA CARRERA POR CREAR EL MÁS PARADISIACO Y ELEGANTE RINCÓN, DONDE ZAMBULLIRSE PASÓ A SER UN ESTILO DE VIDA.  POCOS BALNEARIOS PERDURARON INTACTOS EN EL TIEMPO, OTROS SE ESTÁN TRANSFORMANDO Y ALGUNOS CON MENOS SUERTE DESAPARECIERON BAJO LA SOMBRA DEL PROGRESO. 
¿QUÉ PASÓ CON NUESTROS BALNEARIOS?.  AHORA LO SABREMOS...
Veraneo en la playa: Auge y caída de los balnearios de moda.
Este es el título de un extenso trabajo sobre los balnearios más connotados de nuestro país, realizado por dos destacados investigadores dotados de un nutrido currículum académico y en la conservaduría patrimonial, los señores; Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón.
Entre tanto balneario, no el único ni el primero, cronológicamente, no podía faltar el nuestro. Para quienes deseen conocer directamente en la página, brügmann.cl encuentran este interesante trabajo.