lunes, 1 de junio de 2015

LINDA PLAYA.

Desde tiempos inmemoriales el uso del agua se asoció a rituales de purificación, usados comúnmente en ritos religiosos pero también en parte importante de la vida de los ciudadanos. Es en la India donde se conservan las más antiguas ruinas de una Casa de Baños, en la localidad de Mohenjo- Daro, datándose en una fecha anterior al 2.000 A.C.
Le siguen algunas instalaciones en la Isla de Creta, otras en Egipto, en el Imperio Persa, los países escandinavos y Japón. Los Baños alcanzan su apogeo en el Imperio Romano, quienes crean enormes complejos que contenían piscinas con agua fría, templada y caliente, salas de gimnasia, vestuarios, sala de masajes, zonas de descanso, tiendas, bibliotecas y jardines. Uno de los más conocidos fueron los Baños de Diocleciano, construidos a inicios del 350 D.C. y con capacidad para más de 3.000 personas. 
Los baños utilizaban agua de ríos transportadas por largos acueductos, o se situaban en zonas donde afloraban fuentes termales, beneficiosas para la salud y el ocio.
Entonces ¿de dónde viene la costumbre de bañarse con agua del mar?
 
Durante el siglo XVIII junto al advenimiento de la Razón, se instauró como parte del hombre moderno el concepto de Higiene. El Mar era un elemento de la tierra al que se le temía, por ser desconocido, catastrófico y principalmente porque la férrea creencia católica no veía beneficios en el lejano mundo submarino. Sin embargo, con la llegada del Siglo de las Luces, la medicina adquiere nuevos conocimientos y ve en la salinidad del mar novedosos favores.
En Inglaterra los médicos de Cambridge en 1619 enviaban a sus pacientes a “tomar aire marino” a Great Yarmouth. En otras localidades se comenzó a beber agua de mar por considerársele beneficiosa para curar algunas enfermedades, y los médicos multiplicaron sus escritos sobre los beneficios de la hidroterapia, siendo uno de sus mayores partidarios Richard Russell (1750).
 
 
De Veraneo en la playa. Auge y caída de los balnearios de moda. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón.

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