No está claro
si la palabra “Veranear” estaba dentro del subconsciente masivo en época
colonial. Existen antecedentes de vacaciones en los meses de calor desde el
medioevo, pero no es hasta fines del siglo XVIII en que aparecen en Europa las
primeras referencias del turismo moderno. En las postrimerías de diciembre,
todo enero y todo febrero, las familias chilenas –generalmente las más
adineradas- se trasladaban a alguna ciudad cercana o fundo donde pasar la
temporada. Eran estas grandes posesiones las que se llenaban de visitantes,
donde el dueño de casa demostraba su hospitalidad y reunía a la numerosa
familia, parientes y amigos más cercanos.
Eran comunes
las excursiones, caminatas, paseos y “garden parties" bajo la sombra de
los altos pinos.La música, la buena mesa, el canto y el baile era protagonista
durante las noches calurosas, y en algunas zonas se disfrutaba además de las
tan folklóricas celebraciones de la Trilla y la Vendimia.
No era necesario viajar largos trechos para respirar el campo criollo, porque Santiago era una ciudad pequeña, siendo comunas como Peñalolén, Las Condes, San Bernardo, Maipú o Renca, parte de las zonas rurales que rodeaban a nuestra capital y que eran elegidas como destino para capear los calurosos días de verano.
No era necesario viajar largos trechos para respirar el campo criollo, porque Santiago era una ciudad pequeña, siendo comunas como Peñalolén, Las Condes, San Bernardo, Maipú o Renca, parte de las zonas rurales que rodeaban a nuestra capital y que eran elegidas como destino para capear los calurosos días de verano.
La familia Riesco se iba a pasar la
temporada a sus posesiones en El Salto, en ese palacete afrancesado que
dominaba lo alto del extenso fundo, cuando aun no existía la autopista, el
cementerio, ni el metro. La familia Gandarillas se iba a Santa Rosa de
Apoquindo, entre las actuales Avenida Padre Hurtado y Cristóbal Colón; y aunque
parezca increíble la familia de Loreto Cousiño pasaba algunos meses del año en
su fundo de Los Leones, hoy pleno Providencia, donde se levantará el
Rascacielos del Costanera Center. De, Veraneo en la playa. Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón. Imágenes de Zig Zag, 1909.
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